La revolución digital del valor (I)
Aprender sobre un tema nuevo te puede llevar por senderos que ni te imaginabas.
En mi camino de aprendizaje sobre inversiones me ha llevado a replantearme un tema que estudié hace años en la carrera. El valor.
Introducción.
¿Alguna vez te has preguntado por qué tienen valor las cosas? ¿Qué es el valor? O ¿Quién otorga ese valor? ¿Por qué los bienes cuestan una cantidad de dinero y no otra?
Los primeros pensadores
Estas preguntas son tema de discusión desde hace siglos, los primeros escritos que conocemos datan de época de los filósofos griegos. Los primeros debates se podrían encuadrar en la rama de la ética y la filosofía: precio justo de las mercancías o la moralidad de pedir intereses por los préstamos.
Las cosas de mayor valor tiene una estrecha relación con la satisfacción de las necesidades primarias como pudieran ser la comida, seguridad o dormir en un lugar y vivir para contarlo al día siguiente. Si apareciésemos en una isla desierta al estilo Robinson Crusoe estas necesidades serían las primeras en cubrir y por tanto sería mucho más valioso un coco que un Ferrari.
Por suerte, parece que esos escollos los salvamos hace tiempo. Lo que nos dificulta evaluar los bienes con este criterio.
Una visión científica del valor
Adam Smith (conocido como padre de la economía), comienza a dar un razonamiento científico de los hechos económicos. Cambia el foco. Empieza a describir las cosas como realmente son, sin importar tanto como deberían ser. En sus trabajos explica el valor de las cosas desde un punto de vista objetivo.
Las mercancías valen tanto como el coste de producirlas.
En base a este axioma desarrolla su teoría de la especialización del trabajo y parece dar una explicación razonablemente buena de por qué existen bienes en la sociedad que son más valisoos que otros y por lo tanto por qué unos países son mas ricos que otros.
Desde el mismo prisma del valor, Marx establece una teoría sobre la lucha de clases a lo largo de la historia. Si la ganancia del capitalista proviene del trabajo, esto genera una plusvalía que se le "roba" a los trabajadores.
Misma casilla de salida pero conclusiones opuestas
La revolución marginalista
En torno al siglo XIX hay un giro radical a esta concepción objetiva del valor y nacen las conocidas teorías marginalistas o de valor subjetivo con tres autores que escriben cosas muy similares
El valor no está en las cosas sino en la percepción de la gente.
Esta percepción es cambiante de unos a otros. Incluso es cambiante en el tiempo. Se formula la teoría del valor y la paradoja marginal del valor. De veras, si queréis aprender sobre el tema os animo a qué veáis las charlas de Martín Krause
¿Cómo tomamos decisiones con un valor subjetivo?
Una vez se establece que el valor es totalmente subjetivo, la única forma que tenemos de "medir" el valor de los bienes es con un intermediario que muestre la voluntad revelada, es decir, a qué le otorgan mayor valor los actores económicos.
Se discute mucho sobre si lo que tiene más valor es lo que mayor utilidad aporta o lo que es escaso. Volviendo al ejemplo de la isla desierta, en Mónaco parece evidente que el Ferrari es más valioso que el agua.
La revolución digital del valor.
En el año 2.021 no hace falta explicar la revolución que supuso la llegada de internet. Esto evidentemente afecta al valor que otorgamos. Las principales empresas del mundo pasan de ser grandes industrias de acero o petróleo para convertirse en Sofware, redes sociales, comercio electrónico o entretenimiento a la carta. Aunque todo esto parece tener que ver con la utilidad.
La escasez y el oro.
Sin querer pararme en las distintas teorías de asignación de valor en función de la utilidad, si podemos identificar una constante en la asginación de valor a lo largo de la historia: La escasez.
La escasez confiere un cualidad de rareza,privilegio y diferenciación.
Lo escaso, por único es apreciado históricamente.
Esto nos lleva a un bien históricamente escaso al que se le ha aportado un valor monetario prácticamente constante. Hay escritos sobre el carcáter deflactario del oro como activo reserva, con el cual se ha podido comprar la misma cantidad de un bien a lo largo de la historia. Con el valor monetario de una pepita de oro en la antigua Roma, en la época medieval y en la actualidad se ha podido comprar prácticamente la misma cantidad de carne de pollo.
El oro siempre ha sido un símbolo de riqueza. Los que lo atesoraban desde luego no estaban dispuestos a deshacerse de él para realizar pagos del día a día.
La escasez digital.
Con la llegada de internet hemos sido capaces de conectar con personas de las antípodas, el conocimiento ha crecido ampliamente por ser accesible a un click de distancia. Es posible visitar museos digitalmente, hablar con Presidentes de importantes multinacionales. El poder de internet parece no tener límites. Todo esto parecía funcionar con el secuestro de nuestros datos.
Lo que no se pensaba es que se pudiera conseguir una escasez digital. Si bien es cierto que el conocimiento traspasa fronteras, era difícil concebir una manera de demostrar la autoría del arte, la propiedad auténtica sobre bienes digitales y una forma de transmitir valor a través del dinero sin falsificaciones. En definitiva, sin trampas.
Se crea un nuevo concepto totalmente revolucionario. Las blockchain en las que se organizan bases de datos, ya sean de propiedad, autoría, monetarias... de forma totalmente descentralizada, sin intermediarios.
Los intermediarios nacen siempre como un mal necesario. El mal que ocasionan normalmente son decisiones unilaterales. Con el dinero centralizado entregamos las decisione de políticas monetarias a un ente central. Aunque no lo creas afectan a tu ahorro, a la hipoteca de la casa donde duermes y al poder de compra de tu dinero.
Por lo tanto, esta revolución del dinero viene para salvar esas decisiones unialterales por un ente central abogando por un consenso democrático mediante el empoderamiento personal con la herramienta del dinero.
Igual que el correo electrónico parecía algo impensable, inseguro y poco atractivo cuando se planteó por primera vez, no tardó mucho en llenar nuestros ordenadores de emilios.
Visto en perspectiva, aunque aún estemos en las primeras fases de adopción, las criptomonedas vienen a complementar a internet.
¿Qué es Bitcoin?
Ya empezamos mal cuando Bitcoin son dos cosas a la vez. Por un lado Bitcoin es la blockchain sobre la que se desarrolla la moneda, bitcoin.
Pero es que además se puede entender desde muchos puntos de vista:
Sistema de pago internacional.
Un dinero programable, con una escasez predeterminada y totalmente descentralizado.
Bitcoin es una moneda: digital, encriptada, que previene el doble gasto en intercambios de persona a persona, que no precisa de una entidad central o tercero de confianza y que registra constantemente transacciones entre personas anónimas (o no).
Bitcoin es el primer sistema monetario global sin la intervención de ningún banco ni gobierno. Es una forma de dinero público y accesible para cualquier persona sin distinción de ningún tipo. Su sistema de contabilidad es transparente, inembargable, auditable y se basa en una divisa única para todo el mundo.
Algunas características interesantes de Bitcoin.
La emisión máxima del Bitcoin no puede superar los 21 millones de bitcoins (BTC). Esta escasez es incluso superior al oro físico que se calcula que puede extraerse a un ritmo de un 3%.
Una unidad (1 bitcoin) puede fraccionarse hasta en 100.000.000 de unidades más pequeñas. Estas unidades reciben el nombre de “satoshis“ en honor al pseudónimo utilizado por su aún desconocido creador, que equivale a 0.00000001 BTC.
Bitcoin no requiere a un tercero de confianza (institución financiera o banco) porque se basa en mucha gente desconfiando que no para de verificar las transacciones (Proof of work).
Bitcoin es el internet del dinero
Conclusiones
Al igual que durante la historia se le ha conferido valor al oro o a la moneda fiat (euros, dólares) parece que hay una oleada de personas que están empezando a darle valor a una divisa digital.
Con las características generales de Bitcoin expuestas, parece una alternativa histórica al oro debido a su escasez y ser claramente deflactario, es decir con capacidad de adquirir más bienes cada vez con la misma unidad de cuenta. Es un término usado cuando con la misma cantidad de un bien se puede adquirir más de otro con el paso del tiempo. De ahí que el oro históricamente se considere un activo refugio. Como no puede incrementarse su oferta aunque se demande más esto ocasiona que su valorrelativo sea igual o superior con el paso del tiempo.
Que es deflación
dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul
-¿Que es deflación? ¿Y me lo preguntas tu?
Deflación...eres tú pic.twitter.com/wiecjB1GAJ— Alcazaba Value (@AlcazabaValue) March 21, 2021
Por lo tanto, se puede decir que en Bitcoin no se invierte. Se atesora.
Si bien puede haber muchos debates sobre qué es el valor y quien se lo otogar, lo que no podemos negar es que la escasez es valiosa y que los flujos de capital están virando a una nueva clase de activos digital.
Las nuevas generaciones parecen demandar más Bitcoin que el oro. Y esta relfexión se basa en lo que es. No en lo que debería ser. Estamos ante una auténtica revolución digital del valor.
Nos leemos en dos lunes con la segunda parte de este post. Si tenéis cualquier duda o queréis ampliar vuestro conocimiento sobre el tema, podéis contactar con nosotros aquí
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Pd: no he usado la palabra precio en todo el artículo. El precio es una voluntad reflejada sobre el consenso de valor de algo. Lo que no siempre es correcto pudiendo estar sobrevalorado o infravalorado
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